Aunque el piso está decorado muy bonito, lo cierto es que es antiguo y se escucha todo, al menos en el cuarto en el que estuve. El fregadero de la cocina apesta, no sé si tiene humedad o que, pero había días que era insoportable. Supongo que el hecho de que viese a alguien del persoal de limpieza vaciar un cubo de basura de los que tenía debajo dentro de otra bolsa en la que echaban todos los residuos que separamos (chao reciclaje) no ayuda, porque esa bolsa se quedó ahí al menos una semana aunque se vació como tres veces al menos. Tampoco es que dispongamos de muchos productos de limpieza más allá de una aspiradora sin cepillo que se desmonta facilmente, supongo que para fomentar que contrates la limpieza extra, del mismo modo que te cambian las toallas una vez a la semana pero no las sábanas a no ser que pagues por este servicio. En definitiva, me esperaba algo mucho mejor, pero parece que es todo fachada. Por cierto, el ascensor estuvo averiado durante toda mi estancia, y a saber cuánto tiempo lleva así. Me hubiese gustado saberlo, ya que llegué muy cargada y contaba con al menos poder poner las maletas en el ascensor y no cargarlas dos largos pisos de escaleras.